Desde hace dos días estaban vendidas todas las localidades para la función inaugural del nuevo teatro de la Comedia.
Ya habíamos dicho antes que no había en esta sala lujo, pero sí hay en todo el conjunto sencillez y buen gusto.
Dominan los tonos claros, destacándose los azules, que van desde un azul claro hasta de Prusia.
La instalación eléctrica, aunque faltan todavía algunos detalles, está hecha con acierto y abundancia de lámparas lo que contribuye más todavía, a darle ese aspecto que hablamos antes.
El telón de boca, pintado por el conocido escenógrafo Alberto Pérez Padrón, es una verdadera obra de arte, del que se puede decir sin ninguna exageración que es el mejor que ha tenido Córdoba. Sencillo, imitando cortina, pero tiene tal riqueza de colorido, tal flexibilidad, blandura de aspecto –cosa muy difícil de conseguir en esta clase de trabajos– que confirma la fama de su autor como uno de los mejores escenógrafos.
De la compañía nos limitaremos hablar en conjunto; lo uno porque nuestro público conoce a las principales figuras y lo otro porque las obras ya han sido representadas en otras temporadas.
Las obras salieron bien interpretadas, sin que pudiéramos notar un sólo escollo; el conjunto muy bien disciplinado y con las obras muy sabidas hicieron verdaderos prodigios dentro del género.
Bien las tiples, muy gracioso Valicelli y muy bien el barítono señor Daduccio.
El público muy satisfecho y los empresarios más, pues si todas las noches son como la primera, en poco tiempo van a ganar lo que ha costado construir el teatro.
El programa para hoy es el siguiente: A las 18 horas (Sección Vermouth) Los Disfrazados. A las 21 Alma de Bohemio. A las 22, La Boca del Riachuelo. A las 23, estreno del sainete en un acto del aplaudido autor Ulises Favaro, titulado Premios a la virtud, y de cuyo gran éxito en Montevideo nos hemos ocupado en diversas ocasiones.