“Más sobre la actitud de la Policía. Los delincuentes en libertad. Denuncia a los Agentes Fiscales”. Los Principios. Córdoba, 21 de Mayo de 1901: 1

En los escándalos de estas últimas noches, dados por un grupo de revoltosos, hay varios delitos perfectamente clasificados y penados por el Código Penal.
 
Señalaremos uno solo: el de sedición. En efecto el artículo 228 del citado código dice: “los que sin rebelarse contra el gobierno, ni desconocer las autoridades locales, se reunieren tumultuosamente para exigir con violencias, gritos, insultos o amenazas la deposición de algún funcionario público, la soltura de un preso, el castigo de los delincuencia u otra cosa semejante, y los que se unieran en número que no baje de cuatro para causar alboroto en el pueblo con algún fin ilícito, o para perturbar con gritos, injurias o amenazas, una reunión sufrirán la pena de arresto.”
Ante esta resolución terminante nos preguntamos ¿qué se ha hecho con los autores de los desórdenes de estos días?
Pues nada absolutamente.
El sábado por la noche fueron conducidos a la policía dos o tres de los revoltosos, poniéndoseles en libertad en el acto y durante el escándalo del domingo fueron arrestados unos veinticinco individuos, pero ayer ya se les dio puerta franca.
De esta manera cumple nuestra policía con las disposiciones del Código Penal.
Pero tamaño escándalo no puede quedar así; y por esto formulamos la correspondiente denuncia ante los Agentes Fiscales para que ellos a su vez entablen las acciones del caso contra los sediciosos, cuyos nombres publicamos a continuación tomándolos del Registro de Policía. Son los siguientes: Gregorio Juárez, Francisco Rossi, Guillermo Cortezo, Manuel López, Domingo Deborzo, Benito Basualdo, Ceferino Irusta, Mateo Oviedo, Edmundo Risler, Francisco S. Martín, Pedro Rodríguez, Arturo Moroni, Bernardo Cabrera, Eduardo Tillar, Juan Ortiz, Nicolás Gigena, Emilio Stange y Juan Ortega.
Por lo demás no nos extraña la actitud de la policía, uno de cuyos empleados arrojó piedras sobre nuestra imprenta el sábado por la noche, por sobre el cordón de vigilantes estacionado en la calle!