Los autores de La Comedia se encuentran en una situación sumamente difícil, debido a la actitud asumida por la Sociedad Argentina de Autores, que según lo comunicado últimamente parece que tuviera la idea de sitiar por hambre a las compañías que se encuentran en las provincias.
Estos autores, no sólo retiran su repertorio sino que también pretenden impedir que se haga el repertorio extranjero.
Naturalmente que esa absoluta prohibición no puede llevarse a cabo, mientras las compañías paguen sus derechos, pero con objeto de conseguir su idea, amenazan con la inhibición a los actores que quebranten esa decisión absurda a todas luces.
Para convencerse de esto no hay más que reflexionar un poco.
Un director de compañía que está en cualquier punto de la república, que tiene además del compromiso firmado con la empresa de gastos, toda la responsabilidad de la compañía, ¿cómo puede satisfacer ese capricho –que no puede llamarse otra cosa– de esa sociedad?
En cuanto a los artistas, por muy buena voluntad que tengan y por mucho que quieran acatar la decisión de los autores ¿cómo es posible que se nieguen a trabajar si no tienen cómo costearse un viaje y sufragar todos los gastos que origina?
Esos artistas deben defender su situación y por lo tanto no han de acatar la resolución de los autores, que tiene mucho de ridícula.
El director de la compañía de La Comedia, señor José Gómez, lo ha comprendido así y pondrá en escena esta noche Muerte civil y continuará su temporada con el repertorio.
Como es de suponer, le responde toda la compañía, pues la futura inhibición no asusta tanto como la situación que se les crearía si no trabajaran. Los autores no han de llevar su capricho al extremo de cometer una injusticia manifiesta.