La comedia estrenada anteanoche en el Progreso, merece discutirse, y, aunque Los Principios no suele prestar atención crítica especial a las obras escénicas, por tratarse de un autor cordobés y una obra no inmoral vamos a decir algo acerca de “Don Juanito el ingeniero” o “Los Atorrantes”.
El señor Hipólito Lazcano no es poeta, ni sabe hacer versos. Si hubiese pues escrito su comedia en prosa lisa y llana, hubiera ganado mucho su obra.
Respecto a los caracteres, no hay quizás uno bien estudiado y por consiguiente bien dibujado y presentado al público, haciéndose intervenir a Luis Astol, al final de la obra, de un modo bastante desairado y sin necesidad alguna (la escena pudo suprimirse, contando la historia al público, al contarla a su hija el Ministro, y se suprimía el papel que es de los embolados)
Tales son los principales reparos que tenemos que poner a la comedia de Lazcano, la cual, a pesar de todo, tiene escenas bien pensadas y revela instinto dramático en el autor, quien, con estudio, mucho estudio, puede llegar a hacer obras que podremos quizás aplaudir sin reparos.
El autor fue llamado a escena muchas veces. Y a propósito, el público ha dado ahora en el estribillo de pedir que hablen los autores, convirtiendo el teatro en circo. El que no esté satisfecho de una obra, puede manifestar su desagrado en otra forma que la de ése soez titeo. Lazcano, tuvo afortunadamente, el buen acuerdo de no hablar.