Declaramos con franqueza que no esperábamos una manifestación de simpatía de la magnitud de la que anoche nos fue grata asistir con motivo de la función de despedida de la compañía Franco-Valicelli, que era a la vez en honor y beneficio del primer actor cómico Carlos Valicelli, teniendo en cuenta la parquedad de nuestro público para exteriorizaciones de esta naturaleza.
En presencia del grato acontecimiento, porque lo ha sido y sí que de significación, cabe reconocer que en nuestro público se ha operado una evidente transformación como espectador de conjuntos teatrales sacándolo de su tradicional modorra para demostrarse entusiasta y generoso en el aplauso cuando la ocasión lo requiere, como supo anoche traducirlo plenamente.
El género chico del teatro nacional ha tenido aquí una aceptación decidida y difícilmente pueda darse un caso de una compañía de este género que haya fracasado, si esto ha sucedido ha influido generalmente la mala calidad del conjunto.
De todas las compañías que nos han visitado con repertorio del teatro por hora, las encabezadas por el popular capo-cómico Valicelli han contado siempre con la más favorable acogida. Sin embargo, éste éxito ha sido superado hoy con la temporada que el binomio Franco-Valicelli ha venido realizando hasta anoche, en que puso término a la misma, en el Teatro La Comedia.
Ha determinado esta superación a los éxitos anteriores, la composición de su elenco, superior fuera de toda duda, a los de compañías anteriores. Figuras como Eva Franco, Antonia Volpe, José Franco, Carlos Valicellí, Agustín Barros, María E. Duckse, etc., actuando en conjunto no pueden ofrecer sino una labor escénica eficacísima, secundada por una dirección inteligente.
Se explica, pues, que el público haya respondido como era justo esperarlo a la inmejorable actuación de estos cómicos, que dejan entre nosotros, todos en general, un recuerdo amable y grandes simpatías.
Al final de la función, que se realizó con las obras anunciadas y en las cuales tuvo especial lucimiento Carlos Valicelli, ya tiene el propósito de destacar su labor se había confeccionado el programa, el público redobló sus ovaciones al beneficiado, el que, con palabras de modestia agradeció, la cariñosa demostración.
Sucesivamente hablaron las primeras figuras de la compañía a insistencia del público que requería su presencia en escena con grandes ovaciones.
Han recibido pues con la función de despedida los cómicos de esta compañía el premio y estímulo más reconfortante a que podían aspirar. Ellos mismos supieron manifestarlo con palabras de agradecimiento y cariño para nuestro público.
Vaya también desde la mesa de redacción, nuestro saludo cordial a los artistas que se ausentan.