El inteligente y joven periodista Dardo A. Rietti, ha contestado en los siguientes términos la encuesta formulada por nuestro colega El Heraldo entre los autores teatrales de la localidad:
1° ¿En qué carácter y con qué ideales realiza usted su labor teatral?
–Entiendo que el ideal en el teatro nacional es armonizar la utilidad social del mismo con las modalidades y espíritu de nuestro pueblo.
De esa relación nace necesariamente el estudio moral de nuestro carácter que presenta innumerables fases para examinar en la escena, significando el beneficio colectivo. Tendríamos así el “teatro de idea”. El teatro que hace pensar. Por lo demás, el ambiente del teatro nacional es en general mediocre. No desarrolla su función social. Carece de un verdadero valor moral. Se pretende original y es rutinario. No tiene una orientación fija, un rumbo definido. No siente las intensas vibraciones del idealismo que también es vida en el teatro. Está privado de sensibilidades profundas. Tiene personajes exagerados y ridículos. Es la resultante de personalidades de brillazón artificial.
Hay excepciones. El teatro nacional evoluciona hacia destinos e ideales grandes. Hay quienes lo hacen ascender con firmeza, autoridad moral, elevación y cultura.
2° ¿Podría usted informarnos sobre sus obras en preparación?
–Me hallo actualmente ocupado en terminar mi obrita Rebeldía. Trato de hacer triunfar, sobre el amor individual y egoísta, el amor universal a la humanidad.
3° ¿Proyecta estrenar alguna en la próxima temporada?
–Probablemente, siempre que no haya obstáculos superiores a mi voluntad.
4° De los géneros teatrales, ¿cuál es el que usted prefiere?
–La comedia dramática.
5° ¿Qué opina del teatro nacional y cuáles son, a su juicio, los mejores autores?
–Desde el advenimiento de lo que hemos dado a llamar “teatro nacional", una corriente literaria formidable por su caudal y empuje ha inundado la escena.
Ahora bien, echemos sobre ella una ojeada y veremos -como en todos los órdenes de actividades humanas- muchos males, muchos errores, y también algún esfuerzo de acción buena y eficaz. Con las consiguientes excepciones, creo que la inmensa mayoría de nuestros autores ha incrustado en el teatro nacional el lucro y el aplauso fácil como únicas aspiraciones; así se explica porque aquel es, hoy por hoy, un “ideal” en nuestro teatro. Observamos al autor sugestionado por el aplauso e inspirado, por así decir, en el “tanto por ciento”… Ese tanto por ciento que tiene relaciones muy íntimas -como digo- con el “ideal” y la “aspiración”…
Sin embargo, se observa una paulatina perfección. Se diseñan claramente los caracteres propios de la exacta actividad funcional del teatro en la sociedad. Se perfila un ideal elevado y un inquieto anhelo de cultura.
Los autores que más me agradan son: Florencio Sánchez, Ghiraldo, José León Pagano, Gione, Pérez Petít, Novión, Salazar, Carri Pérez y otros.
6° ¿Y del teatro y los autores locales?
–Es pobre en producciones, pero todas ellas tienen tendencias altamente significativas y dignas de elogio por el esfuerzo que determinan, en contraposición a nuestro medio ambiente muy apegado a lo que pretende llamar “tradición” y que en realidad sólo es una careta.
En cuanto a los autores locales: Salazar, despierta especial predilección por su estilo mesurado, los sentimientos íntimos y dulces que lleva a la escena, por sus emociones, su espíritu y su aliento de lucha.
Carri Pérez: Su crítica es penetrante. Sus personajes reales. Cada palabra y cada gesto nos significan un concepto erróneo y una costumbre arcaica de nuestra “tradicional” sociedad. Y esas palabras y esos gestos nos enseñan mucho más que cien largos estudios.
Vicente Rossi: Atrae su manera de ver la vida. La considera un cuento, y tal vez un sueño….
Raúl Allende: Agrada su espíritu burlón. Su estilo fácil y ameno.
Y así: García Delgado, Taborda, Suárez Pinto, Brunner Núñez, Lucero Novillo y otros me satisfacen íntimamente porque sus obras, llenas de francas aspiraciones, implican un adelanto notable para nuestro teatro local, muy necesitado de impulsos vitales.
7° ¿Qué intérpretes desea usted para sus obras?
–Pablo Podestá y Mangiante.