“El hombre de la esmeralda”. La Voz del Interior, 21 de Marzo de 1937: 11

Hemos requerido del doctor Luis E. Rodríguez, autor de El hombre de la esmeralda algunos antecedentes acerca de la obra, cuyo estreno se anuncia para en breve en La Comedia.

Nos dijo el doctor Rodríguez, que allá por el año mil ochocientos noventa y tantos, vino a nuestra ciudad, de un país vecino, un sujeto con apariencias de gran señor, de no escaso trato social, y ostentando ser hombre muy adinerado. Aquel mediante una carta de presentación consiguió introducirse en la sociedad y trabar relación con mucha gente distinguida de Córdoba. Dio un banquete de más de cien cubiertos, y retribuyendo atenciones –y al que asistieron Gobernador y Vice de la provincia– regaló un piano a un amigo que se casaba y usó de muchas otras prodigalidades. Pero al final fue que el tal doctor, no pagó el piano, ni el banquete, ni el hospedaje del hotel, desapareciendo de Córdoba ante la vergüenza de algunos y el asombro de otros.

Este sujeto, tornado de la realidad; es en mi comedia El hombre de la esmeralda, aunque en ella no lo sigo en sus travesuras. Sin ser el principal personaje de escena, su recuerdo sin embargo se proyecta en toda la obra al través de su actuación. Él además me sirve de pretexto para tejer una fábula de amor que da lugar a una comedia de salón, con rasgos de templado sentimentalismo y de elevada crítica social.

Creo que ha de interesar, y abrigo además la seguridad de que Fanny Brenna, dadas sus condiciones hará una Marrosa irreprochable, porque en realidad mi comedia es para primera actriz

Y ya se sabe que el éxito de una obra de teatro, depende en gran parte de sus intérpretes, para que llegue bien al gran señor y supremo juez: el público! Veremos pues qué dice éste, la noche del estreno.