Se estrenó anoche en el Teatro Municipal de Río Cuarto, como se había anunciado, la comedia de Julio Carri Pérez, cuyo título encabeza esta nota.
Fácil era pronosticar el resultado que obtendría la obra por influjo mismo de su mérito. Las noticias llegadas sobrepasan, sin embargo, la expectativa y hablan de todo un triunfo. Quiere decir que hay algo más, en el trabajo de Carri Pérez, que un simple asunto localizado en Córdoba; hay idea, hay médula, hay elemento básico de un interés de generalización ética, susceptible de producir la emoción colectiva del arte y despertar la reflexión del principio sostenido, con independencia del ambiente. Aquí está, pues, su verdadera victoria y su consagración definitiva. Salamanca se ha impuesto por sí propia: he ahí el hecho. Como tal lo anotamos.
Van a continuación los telegramas que nos enviara anoche nuestro corresponsal en Río Cuarto:
“Río Cuarto, junio 15, 10.10 p. m. Empezó la representación de Salamanca. El teatro está lleno de bote a bote. Durante el primer acto hubo escenas interrumpidas por aplausos. Terminó con una verdadera ovación que hizo levantar el telón cuatro veces.”