Córdoba ha sido en estos días teatro de escándalos, aquí inauditos, sirviendo de pretexto la representación del drama Electra de Pérez Galdós.
Grupos sediciosos han recorrido las calles de la población en manifestaciones hostiles de impiedad, han escarnecido nuestras creencias veneradas, han insultado la persona de nuestro Prelado y las instituciones religiosas y han herido la cultura tradicional de este pueblo; y aún cuando la insignificancia de los elementos del desorden no merece tomarle en consideración, teniendo en cuenta que el objeto de tales manifestaciones es mistificar la opinión fuera de la provincia, haciendo creer que la Córdoba de hoy no responde a sus antiguas tradiciones de fe y de cultura creemos de nuestro deber protestar públicamente contra esos actos incalificables, lamentando al mismo tiempo que las autoridades encargadas de velar por el orden y la moral pública no los hayan sabido evitar ni reprimir […]