Mañana se presentará en el escenario del Rivera Indarte el conjunto que integra el Teatro Experimental de Córdoba, con la representación de dos obras, “Donde está marcada la cruz” de Eugenio O'Neill y “Disturbios de Fancilmania” de Hugo Manning.
Sobre esta actuación, los directores de la novel entidad hacen las siguientes declaraciones:
“La eterna controversia entre el teatro y el cine. Entre este último que presenta al espectador el desarrollo de escenas más variadas y movidas, pero carente de toda impresión inmediata, de aquél, que, aunque desarrollándose el actor con más lentitud, se da en forma más viva, se ofrece al público en contacto más directo. Esa antigua controversia, decimos, ha sido provocada en gran parte por el mal teatro contra el cine, no es debida al teatro en sí contra el cine, sino que tiene raíces más profundas.
El teatro profesional levanta su vista por encima del mero interés comercial, no tiene otro propósito que el de explotar las posibilidades de tal o cual primer actor. El teatro de aficionados no hace otra cosa que efectuar una calcomanía exacta de aquél, y, por tanto, adolece de la falta de visión del primero, y de la falta de experiencia ingénita a sí mismo. Frente a estas dos categorías de teatro, están las teatros independientes, los teatros experimentales, como el que se presentará mañana en el Rivera Indarte. Constituido por un grupo homogéneo de gente culta y con un elevado afán de superación, dispuestos a interpretar las obras más representativas del pensamiento universal. Hacía tiempo que Córdoba, al igual que las ciudades más adelantadas del mundo, sentía la necesidad de contar con un conjunto de esta naturaleza, para salvaguarda de la cultura y del buen teatro”